Imagen: Librería Margarita Michelena.
La noche nunca termina es un libro de cuentos al que se puede acudir cuando te envuelve los ojos la oscuridad y la tristeza, una bastante profunda y abrumadora para la vista que, aun sin tener claridad, permite seguir tu camino. Entre tantas aristas que podemos tomar en cuenta para hablar sobre él, quisiera contarles las razones por las que creo que el libro de Enid Carrillo representa esperanza.
En este libro las historias se perciben como quien por dentro vive un eterno diluvio, a quien todo le está pasando al mismo tiempo y por fuera no expresa desesperación como se acostumbra, sino la contemplación serena del desastre con la expectativa de que este comience a filtrarse para desahogar un poco la inundación. La noche nunca termina es la contención de sucesos que pocos son capaces de tolerar. Al leerlos pensaba: “¿en qué momento alguien perderá la calma?, ¿en qué momento van a sucumbir a la tragedia?”. La autora pone la mirada en lo árido, lo que pareciera inerte, moribundo, y sin embargo, Enid dota de múltiples características para que en esa esterilidad encuentres vida, como nos relata en el cuento Mogotes; toma símbolos solemnes, remedios caseros, dichos populares para darle peso a sus palabras. Su narrativa y los elementos que la acompañan dan la sensación de recitar conjuros para una eterna sentencia, con un lenguaje ligero acorde a los sitios donde nos hospeda, nos susurra al oído: la vida como una maldición, la muerte como un indulto de la vida para nuestros silencios y lágrimas sepultadas en las obligaciones del deber ser, que por tanto tiempo nos hizo trozos la garganta al grado de enmudecer sin razón aparente. “Porque con odio no se puede, ni con miedo. Si el cuerpo es listo, así no...”.
Enid nos muestra personajes reflexivos que en la soledad encuentran su cruz o el descanso, con fallas o lo que pareciera un defecto del que emana su verdadero poder, sea usado para bien o para hacer el mal. Personajes que usan los ojos y el dolor para comunicarse sin necesidad de tantas declaraciones de sufrimiento que se volverían tediosas. Con particular sutileza y elegancia, nos narra lo que podríamos ver como algo común, desde la descripción de la preparación del mole, el hervor de un té, hasta el despojo de la autonomía de un cuerpo casi infantil, por los caprichos y la malicia de un hombre que le dobla la edad, porque lastimosamente esto también es muy común.
Hay algo que debo mencionar y es que existe una diversidad de mujeres poderosas, apropiadas de su entorno, sus habilidades e historias, con gran afinidad por la naturaleza. Mujeres que entre sus fortalezas está darle la vuelta al dolor, pareciera que esto es un acto de cobardía, pero en su (nuestro) contexto, escapar del dolor a veces es la única oportunidad de hacer las cosas distintas y en La noche nunca termina esto actúa como una forma de supervivencia, porque el dolor a veces se siente como una congestión en el pecho y duele tanto que nos recuerda que estamos vivos, más de lo que quisiéramos estarlo. En las palabras de Enid tenemos la oportunidad de reconocernos, al vislumbrar la fuerza de otra, una recuerda la suya.
Para finalizar, porque seguramente estarán pensando ¿y después de todo este desastre dónde encontramos la esperanza? No es necesario que en el libro se encuentre un consuelo explícito, un final feliz, no siempre se debe encontrarlo, a veces basta con poder caminar con serenidad en una noche interminable sin la premura del amanecer, algunas veces solo eso debería bastarnos.
Yosselín Islas Flores (1996, Hidalgo, México). Escritora, poeta, abogada y acompañante de aborto. Cursó el Diplomado en Escritura Literaria por el Centro de las Artes de Hidalgo (2022). Ganadora del Primer concurso de relato corto Smol Books "Escribamos de Aborto" (2022). Editora en la revista digital Aleteo Poético. Ha publicado en las antologías Mirada, palabra, poesía (Editorial UDG, 2020), Selfie Poética (Complejo Cultural de los Pinos, 2020) y Personae (Sello editorial Los Scriptoria, 2022), así como en las revistas digitales Círculo de Poesía, Mood Magazine, Ablucionistas y en el blog de la Editorial Los libros del perro. Autora del libro Llena eres de gracia (Editorial Los Ablucionistas A. C., 2020) y de Paisajes de la ausencia (Editorial Cipselas, 2022).